Conocida desde hace más de 2 mil años por los pueblos orientales, la salsa preparada a base de soja, o shoyu, como es más conocida, es el resultado de la fermentación de la soja con trigo u otro cereal y sal. La salsa tiene un color marrón oscuro y puede utilizarse como sustituto de la sal, como condimento, conservante y emoliente de diversos alimentos. Es rico en sodio, enzimas y proteínas, resultantes de la acción de bacterias y levaduras. Cuando la materia prima ingresa a la industria se realiza un estricto control para asegurar su calidad y uniformidad, cuando luego se prepara siguiendo una fórmula desarrollada exclusivamente que permite que el producto tenga el sabor y consistencia perfectos. La preparación se elabora mezclando salsa de soja, vinagre, sal, azúcar, ajo, cebolla, pimiento, extracto de carne, colorante caramelo y potenciador del sabor del glutamato monosódico. Todo el proceso, desde el mezclado hasta el envasado, es completamente continuo y automático, siguiendo fielmente las normas del Ministerio de Sanidad para garantizar la calidad del producto.
Origen: Brasil.